Anhelo estar equivocado
Por: Erickson Julián Castro Sierra
Docente
Luego de finalizada la contienda electoral de este año, no cabe duda que se hace necesaria una reflexión al respecto; en primer lugar no hay grandes sorpresas, el congreso de la republica donde se aprueban las leyes quedo igual referente a la balanza del gobernante de turno, es decir continuaremos con las mismas políticas estatales en donde como siempre se determinara el oriente del pueblo colombiano, en ese sentido no hay renovación de ideas ni de fuerzas, conllevando a continuar con las mismas políticas de todos los gobiernos anteriores, considero que no habrá cambios en ninguna de las políticas de las carteras o gabinetes, seguiremos bajo la lupa del neoliberalismo, de las orientaciones del Fondo Monetario Internacional y la Banco Mundial, además de un ingrediente más como es la OCDE, recordemos que ahora somos socios de los países ricos del mundo, y eso significa un aporte millonario de nosotros los colombianos para mantenernos en dicho club, en conclusión acá no pasara nada nuevo, la educación del pueblo seguirá siendo la misma, los problemas del sistema de salud igual, la inyección económica al desarrollo rural embolatada, los temas de corrupción no pasara más allá del escándalo, en justicia como siempre será para los de ruana, y los de cuello blanco paseando como hoy por hoy se ve muchos en Rusia en el mundial, desaparición y muerte de líderes sociales y defensores de derechos humanos aumentando, aplazamiento y dilatación del cumplimiento de los acuerdos pactados y obviamente el pueblo olvidado, el pan diario será presentar cifras a favor de un nuevo gobierno posicionándolo los medios de comunicación como mejor de los últimos tiempos, pero en la realidad social, el espectro natural será igual, contratistas enriqueciéndose, niños muriendo de hambre, endeudamiento y empobrecimiento de las clases sociales menos favorecidas, explotación a través de la política minero energética aniquilando los ríos, la fauna y la flora colombiana en búsqueda de petróleo, fortalecimiento armado del narcotráfico, los líderes de izquierda y sociales organizando manifestaciones y tratando de buscar apoyos del pueblo denunciando atrocidades del gobierno, pero no pasara de allí.
En pocas palabras, nos hemos acostumbrado tanto a la corrupción, a la guerra y al olvido del gobierno de turno, que nos da miedo vivir sin ellos, por ello frases como: “todos son iguales”, “todos roban”, “para el pícaro no hay ley”, etc.
Finalmente, anhelo estar equivocado, que realmente exista un gobierno y un congreso que ayude al desarrollo de los pueblos, que nuestros voceros en el senado y en la cámara de representantes, sean defensores acérrimos del departamento y del pueblo colombiano, que promuevan la inversión social, que empoderen al pueblo en la toma de decisiones y que se luche sin descanso para el bienestar de todos y no de los de siempre y allí que se realice un control político real de los contratistas y operadores de los programas que se dirigen para los huilenses y también a lo largo y ancho del país, que defiendan y promuevan la armonía social, respalden la terminación de la guerra, apoyen la implementación del Desarrollo Rural Integral, de la erradicación de los cultivos ilícitos, de la participación política y respeto de la vida a quienes piensen distinto, de conocer la verdad del conflicto armado a través de la JEP, de la reparación de las victimas y eliminar odios y rencores haciendo un pacto nacional por una política incluyente, donde quepamos todos uniendo esfuerzos y voluntades por una Colombia Digna, tolerante y respetuosa de las diferencias.